Los impulsos biológicos manejan nuestras emociones. No podemos escapar de ellos, pero podemos hacer mucho para gestionarlos. La autorregulación, que es una especie de conversación interior, es el componente de la inteligencia emocional que nos libera de ser prisioneros de nuestros propios sentimientos.
Quienes pueden mantener esta conversación interna, sienten el enojo y las emociones negativas como cualquier otra persona, pero encuentran formas de gestionarlas, y aun de utilizarlas, de manera productiva.
En este taller visitaremos algunas herramientas para detectar niveles negativos de estrés y para disminuirlo, hablaremos del foco, ese nuevo nombre que se le da a una vieja capacidad: la atención, y del estado de flujo (“flow”), ese que se adquiere cuando uno es capaz de disfrutar, abstraerse, y crear, perdiendo la noción de tiempo y espacio.